Greetings from Sr. Marlita - Saludos desde Sr. Marlita
Today we return to Ordinary Time in the liturgical calendar. What that means is that the special feasts of Christmas, New Years, The Epiphany, and the Baptism of Jesus are now behind us, and during Ordinary Time we are called to reflect on the life of Jesus and try to conform our lives to his. Not so ordinary, you might comment, because following the example of Jesus and his life of service can be a real challenge because he is so self-giving. Plus, Ordinary Time also has a forward motion, inviting us to eagerly await the salvation and redemption of God’s holy people.
The Gospel today is a familiar miracle of Jesus when he saves the day by miraculously providing choice wine for a poorly planned wedding feast. We know it as the wedding feast at Cana. And it is usually referred to as the FIRST miracle of Jesus when he began his public life after his baptism in the Jordan. John says that “Jesus did this as the beginning of his signs.” The deeper message of this story is signaled by Jesus’ response to his mother’s request for help to the wedding couple. The time (of Jesus’ death) had not yet come, but the abundance of water into wine is a sign of the great wedding banquet that was expected to accompany the restoration of God’s holy people at the end of time.
Wouldn’t it be great if we, as followers of Jesus, would reveal God’s presence and action by what we do each “ordinary” day of our lives? This can be a reality if we receive one another with the joy and love of brothers and sisters. Try it!
Sister Marlita Henseler
Hoy volvemos al Tiempo Ordinario en el calendario litúrgico. Lo que eso significa es que las fiestas especiales de Navidad, Año Nuevo, La Epifanía y el Bautismo de Jesús ya están detrás de nosotros, y durante el Tiempo Ordinario estamos llamados a reflexionar sobre la vida de Jesús y tratar de adaptar nuestras vidas a la suya. No es tan común, podría comentar, porque seguir el ejemplo de Jesús y su vida de servicio puede ser un verdadero desafío porque se entrega a sí mismo. Además, el Tiempo Ordinario también tiene un movimiento hacia adelante, invitándonos a esperar ansiosamente la salvación y la redención del pueblo santo de Dios.
El Evangelio de hoy es un milagro familiar de Jesús cuando salva el día al ofrecer milagrosamente vino selecto para un banquete de bodas mal planeado. Lo conocemos como la fiesta de bodas en Caná. Y generalmente se lo conoce como el PRIMER milagro de Jesús cuando comenzó su vida pública después de su bautismo en el Jordán. Juan dice que "Jesús hizo esto como el comienzo de sus signos". El mensaje más profundo de esta historia está señalado por la respuesta de Jesús a la solicitud de ayuda de su madre a la pareja de novios. El momento (de la muerte de Jesús) aún no había llegado, pero la abundancia de agua en el vino es un signo del gran banquete de bodas que se esperaba acompañara la restauración de la gente santa de Dios al final de los tiempos.
¿No sería maravilloso si nosotros, como seguidores de Jesús, revelaríamos la presencia y la acción de Dios a través de lo que hacemos cada día "ordinario" de nuestras vidas? Esto puede ser una realidad si nos recibimos unos a otros con la alegría y el amor de los hermanos y hermanas. ¡Intentalo!
Hermana Marlita Henseler