Greetings from Sister Marlita /Saludos de Sister Marlita
Have you ever witnessed a flock of sheep responding
to the voice of the shepherd? I have. I was standing
with friends looking out over an empty field, not an
animal in sight. The owner of the flock, the shepherd
himself, loudly shouted out something
indistinguishable, and in seconds a flock of 20 sheep
came running over the hill to the gate where we stood,
hoping to find food. It was impressive. I could have
called all day long, “Come here, sheep,” and they
would not have come.
Jesus reminds us in the Gospel today: “I am the good
shepherd ...one who lays down his life for his sheep....
they will hear my voice, and there will be one flock,
one shepherd.” As our Shepherd, Jesus is the one
who looks after us, who seeks us out when we are lost
and have gone astray, who puts us on his shoulders if
we are injured, and brings us to good pastures to be
safe again.
We can depend on Jesus understanding all the ups and
downs of our lives. After all, he lived in our human
state for 33 years, and experienced the joys and
sorrows, the hopes and dreams, and the
disappointments, too. So listening to His voice guiding
us along in our lives as our GOOD SHEPHERD is an
important decision on our part. We make plans that
may not always materialize; God has other plans, that
God wants us to fulfill. Let’s pray that we do listen, and
then follow where the voice leads us.
Sister Marlita Henseler
¿Alguna vez has visto un rebaño de ovejas
respondiendo a la voz del pastor? Yo sí. Estaba de pie
con amigos mirando hacia un campo vacío, sin un
animal a la vista. El dueño del rebaño, el pastor mismo,
gritó en voz alta algo indistinguible, y en segundos un
rebaño de 20 ovejas llegó corriendo por la colina hasta
la puerta donde estábamos, esperando encontrar
comida. Fue impresionante. Podría haber llamado todo
el día: "Ven aquí, oveja", y no habrían venido.
Jesús nos recuerda en el Evangelio de hoy: "Yo soy el
buen pastor ... el que da su vida por sus ovejas ... ellos
oirán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo pastor".
Como nuestro Pastor, Jesús es quien nos cuida, quien
nos busca cuando estamos perdidos y nos hemos
descarriado, quien nos pone sobre sus hombros si nos
lastimamos, y nos lleva a buenos pastos para estar a
salvo de nuevo.
Podemos depender de que Jesús comprenda todos los
altibajos de nuestra vida. Después de todo, vivió en
nuestro estado humano durante 33 años y
experimentó las alegrías y las tristezas, las esperanzas y
los sueños, y también las decepciones. Así que
escuchar Su voz guiándonos en nuestras vidas como
nuestro BUEN PASTOR es una decisión importante de
nuestra parte. Hacemos planes que no siempre se
materializan; Dios tiene otros planes que Dios quiere
que cumplamos. Oremos para que escuchemos y luego
sigamos a donde la voz nos lleve.
Hermana Marlita Henseler
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